Sorpresivamente dichos aparatos desaparecieron sin que sepamos el motivo.
Algunos, inocentemente, incluimos la petición del regreso de los mismos en nuestra carta a los Reyes Magos, pero no nos hemos debido portar bien, porque no nos los trajeron.
Desde entonces ha surgido varias versiones sobre su desaparición. Algunas de ellas con marcado carácter político, ya que hay quienes aseguran que seguirán el mismo camino que el AVE y serán incluidos en sucesivas promesas electorales, pero que jamás los volveremos a ver. Hay quienes aseguran que probablemente los hayan llevado a alguna otra comunidad de esas que piden constantemente la independencia, con el fin de contentarlas, aunque sea a costa de la desdicha de otras menos afortunadas. Hay otros más optimistas, que están convencidos que estarán instalados de nuevo para el Día del Padre.
Lo que sí es cierto es que, nuestras autoridades no pueden dejar abandonados a quienes quieren, a pesar de los años, tener una vida sana para ser menos gravosos a la sociedad.
A. José Salas en Cartas al Director de El Diario Montañés.
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