Nacho Cavia, en El Diario Montañés, nos informa de que Obras Públicas invertirá cerca de 400.000 euros en el proyecto de reforma del entorno de la iglesia.
La propuesta, comenta, tiene en cuenta la situación del colegio La Salle, en la confluencia de las calles Forjas de Buelna, Felisa Campuzano y Hermanos Salas, un foco importante de movimiento de tráfico y peatones en las horas de entrada y salida de las clases.
Como cada vez los electores son más avispados, no hace falta explicar aquí que se aproximan elecciones y hay que “camelar” a la ciudadanía para que vez que se están haciendo mejoras.
Se pone en marcha ahora toda la parafernalia electoralista en todos los ayuntamientos. El “timo” es el siempre el mismo, pero cada vez “pican” menos. Consiste en contentar a todos los constructores dándoles obras que a su vez “engatusen” a los vecinos, para que estos crean que se les está teniendo en cuenta, cuando de lo que se trata es de influenciarlos, para ganarse el voto. Lo lamentable es que todavía hay quien no se ha enterado o no quiere enterarse del engaño.
Cuentan también, lamentablemente con el voto cautivo de quienes sistemáticamente votan siempre con el corazón a la misma candidatura. Lo sensato sería que dado que lo que estamos eligiendo son a los gestores de nuestra sociedad, obráramos con la cautela de escoger a los que sean capaces de hacerlo mejor. Cuando vamos al médico, nos aseguramos que sea competente en su cometido y no nos fijamos si pertenece a determinado grupo político o simpatiza con determinado equipo de fútbol ya que consideramos que deben prevalecer sus méritos profesionales. ¿Cuándo obraremos de igual forma en nuestra elección política? ¿Vamos a seguir borreguilmente siendo adulados por nuestros políticos durante la fase electoral para conseguir nuestro voto?
Por lo que veo, ahora se están promoviendo obras en una parte relevante del pueblo (siempre y en todos los lados es lo mismo), con lo que se aseguran que van a ser apreciadas por la mayor parte de los ciudadanos (publicidad), con el fin de que se compense la monumental chapuza del ya famoso paso subterráneo de RENFE y otras chapuzas, como la criminal tala de los árboles junto al campo de fútbol, en época no muy lejana.
Me consuela pensar que los ciudadanos cada vez están más sensibilizados con estas maniobras electoralistas y espero, que a la hora de depositar el voto, seamos lo suficientemente inteligentes para decidir con la cabeza en vez de con el corazón.
La propuesta, comenta, tiene en cuenta la situación del colegio La Salle, en la confluencia de las calles Forjas de Buelna, Felisa Campuzano y Hermanos Salas, un foco importante de movimiento de tráfico y peatones en las horas de entrada y salida de las clases.
Como cada vez los electores son más avispados, no hace falta explicar aquí que se aproximan elecciones y hay que “camelar” a la ciudadanía para que vez que se están haciendo mejoras.
Se pone en marcha ahora toda la parafernalia electoralista en todos los ayuntamientos. El “timo” es el siempre el mismo, pero cada vez “pican” menos. Consiste en contentar a todos los constructores dándoles obras que a su vez “engatusen” a los vecinos, para que estos crean que se les está teniendo en cuenta, cuando de lo que se trata es de influenciarlos, para ganarse el voto. Lo lamentable es que todavía hay quien no se ha enterado o no quiere enterarse del engaño.
Cuentan también, lamentablemente con el voto cautivo de quienes sistemáticamente votan siempre con el corazón a la misma candidatura. Lo sensato sería que dado que lo que estamos eligiendo son a los gestores de nuestra sociedad, obráramos con la cautela de escoger a los que sean capaces de hacerlo mejor. Cuando vamos al médico, nos aseguramos que sea competente en su cometido y no nos fijamos si pertenece a determinado grupo político o simpatiza con determinado equipo de fútbol ya que consideramos que deben prevalecer sus méritos profesionales. ¿Cuándo obraremos de igual forma en nuestra elección política? ¿Vamos a seguir borreguilmente siendo adulados por nuestros políticos durante la fase electoral para conseguir nuestro voto?
Por lo que veo, ahora se están promoviendo obras en una parte relevante del pueblo (siempre y en todos los lados es lo mismo), con lo que se aseguran que van a ser apreciadas por la mayor parte de los ciudadanos (publicidad), con el fin de que se compense la monumental chapuza del ya famoso paso subterráneo de RENFE y otras chapuzas, como la criminal tala de los árboles junto al campo de fútbol, en época no muy lejana.
Me consuela pensar que los ciudadanos cada vez están más sensibilizados con estas maniobras electoralistas y espero, que a la hora de depositar el voto, seamos lo suficientemente inteligentes para decidir con la cabeza en vez de con el corazón.
1 comentario:
Cada cuatro años pasa lo mismo, 3 años y medio mirando al cielo y en los últimos seis meses quieren hacer lo que no han hecho en su debido tiempo. Quizás porque así las obras las pagan los que vienen detrás o quizás para engatusar a los vecinos que nos quedamos con la última palabra. No se evalúa en la primavera próxima la gestión de los últimos meses, sino la de 4 años, pero hay electores que solo se acuerdan de los últimos seis meses y de ahí el golpe de efecto de última hora. A estas alturas no sirven los camuflajes.
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