SOLBES LO SABÍA TODO
El ex ministro de Economía no es que creyera en las redondas confidencias de una bola de cristal: le bastaba con no creer en las repetidas bolas que intentaba meterle el presidente del Gobierno. Por eso se fue. Vio claro que después del túnel no aparecía la claridad, disfrazada de herradura, sino otro túnel más largo. No presumió nunca de saber hacer equilibrios, pero sabía hacer números y al echar cuentas percibió con certeza pitagórica que no salían las cuentas. El saco de la economía española estaba roto y como el taller de costura se negaba a remendarlo, prefirió irse a tomar por saco en vez de engañar a un mayor número de compatriotas con camelancias bursátiles. Ahora ha reaparecido para decir que considera «incorrecta» la comparación de España con Portugal y con Grecia; o sea, que hasta en la ruina hay clases. [+ información]
El ex ministro de Economía no es que creyera en las redondas confidencias de una bola de cristal: le bastaba con no creer en las repetidas bolas que intentaba meterle el presidente del Gobierno. Por eso se fue. Vio claro que después del túnel no aparecía la claridad, disfrazada de herradura, sino otro túnel más largo. No presumió nunca de saber hacer equilibrios, pero sabía hacer números y al echar cuentas percibió con certeza pitagórica que no salían las cuentas. El saco de la economía española estaba roto y como el taller de costura se negaba a remendarlo, prefirió irse a tomar por saco en vez de engañar a un mayor número de compatriotas con camelancias bursátiles. Ahora ha reaparecido para decir que considera «incorrecta» la comparación de España con Portugal y con Grecia; o sea, que hasta en la ruina hay clases. [+ información]
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