La conocida como píldora del día después o píldora abortiva se expende en las farmacias sin necesidad de receta médica desde septiembre de 2009. En menos de un año, ha pasado a ser no un medicamento de emergencia en caso de fallo de otros métodos anticonceptivos, sino el método anticonceptivo por excelencia.
La píldora del día después casi siempre es comprada por hombres jóvenes. La razón es que estos muchachos no quieren utilizar preservativo en sus relaciones sexuales y logran convencer a sus parejas, siendo las muchachas sometidas a auténticas “bombas hormonales”.
Algunos clientes han solicitado las píldoras en cajas de doce o veinticuatro unidades, como si se tratara de cualquier medicamento inocuo.
Los farmacéuticos temen las posibles repercusiones jurídicas de casos de efectos secundarios muy lesivos tras la ingesta de la píldora. [+ Ver artículo completo]
4 comentarios:
No me creo ni una coma del artículo.
Amigo Anónimo:
Bienvenido nuevamente. Hace tiempo que no teníamos noticias tuyas y ya sabes que te echamos en falta porque tu visión enriquece lo aquí expuesto, ya que das otra perspectiva, con la que habitualmente estamos en desacuerdo, pero con la que también hay que contar y que aquí valoramos ya que no se excluye a quienes piensen de forma contraria, siempre que lo hagan con respeto y educación a los que frecuentamos esta página, ya que entre nosotros son elementales estas formas de actuar.
Sobre el artículo, como todos los que aquí aparecen son tomados de la prensa libre y como tal susceptibles de ser sometidos al criterio de cada uno.
Lo que si creo es que, como siempre, una vez hecha la ley, hay quienes la suelen dar un uso indebido y mucho me temo que, en más de una ocasión se haya hecho un uso abusivo.
También te diré que el artículo hace mención a la opinión de los farmaceúticos, que algo sabrán del tema.
Farmacéuticos que, en ocasiones, anteponen sus creencias a sus obligaciones y se niegan a ofrecer productos y medicamentos que las personas pueden adquirir libremente. En resumen, que niegan libertades por un lado y luego (ab)usan otras libertades para propagar mentiras.
Que aporten datos reales, de varios años, para apoyar sus panfletos. Seguro que una farmacia lleva un registro milimetrado de sus compras y ventas.
A mi lo que me parece es que el anónimo no le interesa creer la noticia.
Pienso que los farmaceúticos estarán interesados en vender todo tipo de medicamentos y aún así son los que llaman la atención de la siciedad sobre el alto consumo de estas peligrosas píldoras abortivas.
El problema es que no hay mayor ciego que el que no quiere ver.
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