Salo nos cuenta que a una amiga suya, una noche un hombre vestido de rojo se deslizó por la chimenea de su casa y entró a su habitación...
Como estaba dormida pensó que era un sueño, pero aquel hombre de barba blanca se desnudó y se metió a su cama...
Antes de que pudiera hacer o decir algo, se puso sobre ella e hicieron el amor como no se lo habían hecho en toda su vida.
Sus gritos de gozo y sus alaridos de un largo orgasmo fueron ahogados con su mano para no despertar a los demás.
Exhausta pero agradecida, cuando todo había acabado y aún jadeando le pudo decir:
"¡¡¡Muchas gracias Santa Claus!!!!.... pero lo que yo te pedí fue un Volvo"...
No hay comentarios:
Publicar un comentario