Si analizamos nuestro entorno empresarial, vemos que empresas que hace 50 años tenían 3.000 trabajadores, han reducido sus plantillas hasta una cuarta parte de las mismas, teniendo ahora alrededor de 750 operarios que, debido al avance tecnológico, son capaces de producir más y mejor que antes de someterse a esta adaptación a las nuevas circunstancias del mercado, mientras que aquellas que no han sabido adaptarse han desaparecido, siendo la clase trabajadora del sector privado la que ha sufrido estas desagradables consecuencias.
¿Qué ha pasado mientras tanto en el sector público? En la empresa pública su dimensión no siempre ha evolucionado de acuerdo con las necesidades reales del mercado ya que en ocasiones ha servido para que el partido en el poder exagere sus méritos, creando funcionarios que maquillen y desvirtúen la realidad del paro existente, aprovechando también la ocasión para dar cobijo a algunos de sus múltiples simpatizantes.
Esto ha provocado una situación contraria a la empresa privada, es decir, donde hace 50 años trabajaban 750, ahora son 3.000.
Lo que sí es cierto es que ahora, al igual que en el sector privado, trabajan 750 y el resto, asesoran, supervisan, controlan, analizan…….inspeccionan, etc. etc. lo que hacen los 750 que de verdad trabajan.
Mucho me temo que en un futuro no muy lejano, quizás marcado por directrices emanadas del exterior, nos veamos tristemente obligados a adaptar la empresa pública a la realidad del momento. Lo que a mí me preocupa es que esta obra la tengan que realizar los mismos políticos que originaron el desaguisado y sabiendo que todo lo que tocan lo estropean, y que son capaces de hacer que lo eficiente y barato resulte caro e inútil, mucho me temo que las medidas que tomen vayan a perjudicar a los 750 que trabajan mucho y bien, quedando libres el resto, que son los que supervisaban, controlaban,…. etc. etc. lo que hacían los 750 que trabajaban de verdad. Tiempo al tiempo.
A. José Salas Pérez-Rasilla en Cartas al Director del Diario Montañés
A. José Salas Pérez-Rasilla en Cartas al Director del Diario Montañés
No hay comentarios:
Publicar un comentario