El sugerente nombre de Rock ‘n’ Roll hizo que se me despertara el espíritu de viejo roquero que todos los de mi generación llevamos dentro y que provocase el que Laura y yo repitiésemos viaje a Madrid para visitar a nuestro hijo Alberto y poder participar en la carrera popular más numerosa de la historia, celebrada en España, con más de 26000 participantes.
Antes de comenzar se guardó un impresionante minuto de silencio, finalizado con una sonora ovación, en memoria de las víctimas del atentado de Boston, en el que fallecieron tres personas a causa de la explosión de dos bombas colocadas en línea de meta.
Este lamentable incidente hizo que se doblasen las medidas de seguridad, por lo que pude ver policías en moto, en coche, andando con perros (supongo que especializados en explosivos), a caballo y hasta en helicóptero.
En otras pruebas se permitía acceder al recinto con una mochila con tu ropa para cambiarte o abrigarte después de la carrera mientras que en esta se nos facilitaba una bolsa de plástico transparente, para evitar sorpresas desagradables.
Como casi siempre las anécdotas surgieron a lo largo del recorrido.
La primera es que vi correr, por primera vez en mi vida, a unos escoceses que lo hacían con la típica kilt. Nada más comenzar la carrera se quedaron rezagados, por lo que me hace pensar que, o no estaban muy bien preparados o que con falda se corre mal.
Tuve también la posibilidad de ver lo que debía ser un padre coraje, porque corría con un carrito, al que iba empujando, en el que iba una niña rubia de unos 6-7 años. No pude fisgar con detenimiento porque este, a diferencia de los escoceses, corría más que yo y fue visto y no visto. Su marcha tan rápida me hizo pensar que, además de ser joven, debía estar muy bien preparado, y que al contrario que los escoceses, que con falda corren mal, a lo mejor empujando un cochecito se corre más. Lo que sí es cierto es que tienen un mérito impresionante el participar en esas duras condiciones y aprovecho la ocasión para solidarizarme con ese ejemplar padre coraje.
También tuve la oportunidad de ver correr a una chica de religión musulmana, que la delataban no solamente sus rasgos físicos y aunque no corría con burka, sí lo hacía con una camiseta de manga larga y pantalones también largos, además del típico pañuelo en la cabeza que la tapaba el pelo.
Este Rock ‘n’ Roll Madrid Maratón ha contado con actuaciones en directo de numerosas bandas musicales repartidas por la ciudad a lo largo del recorrido, que nos han hecho más ameno el trayecto.
En lo que a mí se refiere, debo decir que se dieron las condiciones climatológicas ideales ya que hizo frío. A las 7 de la mañana, cuando salía de casa había 4 grados y cuando terminé la carrera eran 9 los que marcaba uno de los termómetros que hay en la ciudad, así que para combatir esa baja temperatura aproveché los 4-5 kilómetros que hay de distancia desde donde vivo a la salida de la carrera para ir corriendo, haciendo el calentamiento.
Esta vez estuve más listo en la salida ya que desde que se dio la misma hasta que pude hacerlo yo, pasaron solamente 9’ y 14’’.
Como la última vez acabé con un tirón me lo tomé con un poco de calma y me resultó mejor. De todas formas está visto que muscularmente tengo problemas, ya que volví a sentir molestias al final de la prueba. Menos mal que durante la marcha pude comprobar que había miembros de la organización que transitaban entre nosotros con patines, atentos por si alguno necesitase de algún tipo de cuidado médico. Me detuve unos momentos, hice unos estiramientos y recurrí a uno de estos vigilantes para que me aplicase un poco de espray en la parte afectada que me facilitase el poder acabar la prueba eludiendo el tirón que presagiaba.
Una vez aplicado este remedio me presenté en la línea de meta donde me estaban esperando Laura y Alberto, que me hicieron la fotografía que encabeza este resumen, en la que como verás tuve fuerzas hasta para saludar y sonreír, y aunque tampoco pude bajar de las 2 horas, conseguí acabar en 2:12:30, a los que una vez descontados los 9’14’’, hacen un tiempo real de 2 horas 3 minutos y 16 segundos que es, desde ahora, el tiempo a batir en la siguiente. Te acompaño también esta otra foto en la que poso con Alberto y la medalla conmemorativa de la prueba.
De todas formas dejo temporalmente aparcado este tipo de pruebas, porque el 18 de mayo tengo Los 10000 del Soplao, que es la prueba más exigente de las que he participado y quiero volver a hacerla tratando, en primer lugar de terminar la misma y si es posible en menos de 9 horas 56 minutos y 29 segundos que es en lo que la hice al año pasado, y de la que prometo tenerte debidamente informado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario