Ahora que se anuncia la creación del Centro de Interpretación Industrial de Cantabria, me viene a la memoria D. Guillermo.
D. Guillermo Álvarez Roces, fue cura en Los Corrales de Buelna, al que se le guarda gran admiración tanto pos sus enormes conocimientos técnicos y astronómicos, así como por su calidad humana. Fue también literato, científico, ingeniero y maestro además de poseer unas excelentes capacidades en la papiroflexia y el miniaturismo.
Quisiera desde aquí, a modo de sugerencia, el proponer que esta sería una buena oportunidad para rescatar su obra y que figurase en este Centro, para recuerdo de las nuevas generaciones.
Teodoro Arnaiz que, coincidió con él durante su etapa de profesor en el Instituto Torres Quevedo, podrá contarnos más sobre este autodidacta ya que es un gran conocedor de su personalidad, así como de su obra. [+ información]
2 comentarios:
Yo tengo en mi casa un retrato de Don Guillermo, sacado de Internet y colocado en un marco. Y es que para mí fue alguien significativo. A veces me pregunto qué es exactamente lo que me parecía bien de Don Guillermo, lo que nos gustaba de él a las personas que de él tenemos buen recuerdo. Lo que él tenía, tiene que ir más allá de la habilidad de hacer unas cuantas maquinitas bonitas. Era un genio, no cabe duda; el hombre más "renacentista" y habilidoso que he conocido, una figura de altura internacional; cosa de la que no me di cuenta hasta pasados muchos años, cuando he visto mundo, y he comprobado que no encontraba otro semejante. ¿Qué tenía de valioso Don Guillermo? Como cura, a lo mejor no valía gran cosa, desde el punto de vista de una jerarquía católica al uso: demasiado secular y desapegado del enfoque sacramental, por mucho que metiera a algún pobre en su casa a comer, como efectivamente hizo. Significa esto que quizá no reclutó muchos nuevos afiliados, muchos nuevos contribuyentes para la familia de la Iglesia. Pero para alguien como yo, que le gusta la belleza, la finura, la erudición, la meditación, el respeto, la investigación, la maravilla, Don Guillermo encarnaba los más altos valores de la civilización occidental, cristiana o no. Eso es lo que puedo decir, con el conocimiento que de él tengo, que está lejos de ser completo; ojalá supiera más de él. Para mí, que no soy muy sociable, Don Guillermo es una de las pocas personas a las que de vez en cuando echo en falta.
Don Guillermo, siempre en mi/nuestros corazón/es !!!
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