Me comenta un amigo que ha estado tres días en Portugal que “Aquello da miedo y angustia. La gente pidiendo y tirada en las calles. Mal presagio. Vine con mal cuerpo. Pero lo peor es que me dice B…….que las colas en Cáritas en Corrales ya dan miedo”.
Hace ya un año que las cifras de desempleo en Los Corrales de Buelna eran de unos mil parados, de los cuales aproximadamente la mitad no percibían asignación económica alguna. Cabe suponer que, lejos de disminuir, esta alarmante cifra se haya incrementado notablemente.
Cáritas de nuestro pueblo gastó en 2012, casi solamente en alimentos, 36.000 euros, y estima que durante el actual 2013 habrá entregado 40 toneladas de artículos alimenticios de primera necesidad.
Esta encomiable labor humanitaria en la que, dicho sea de paso, el pueblo la reconoce plenamente y responde de forma ejemplar a cada llamada de dicha institución en pro de los más necesitados, dedica sus recursos económicos, provenientes en muchos casos de donaciones anónimas, a mitigar situaciones familiares y de personas que padecen auténticas penurias en sus domicilios, como son ayudas para la compra de medicamentos, recibos del agua, cortes de luz por impagos, etc.
Desde hace bastante tiempo Cáritas de Los Corrales de Buelna viene atendiendo las necesidades más perentorias de medio millar de familias del municipio, algunas de ellas con siete y ocho hijos. El día de la semana que efectúan la entrega de alimentos y ropas sus 16 voluntarios se encuentran materialmente desbordados por nuestros convecinos necesitados, habiendo tenido que aumentar dicho número de voluntarios en las últimas entregas a casi treinta personas en un trabajo incesante a lo largo de dos horas y media.
Los Corrales de Buelna es un pueblo solidario, de gentes de bien y, sobre todo, de conciencia sensible donde las haya para ayudar al prójimo, como lo ha demostrado siempre.
Pero ello, con no ser poco, resulta claramente insuficiente. La ayuda y el auxilio económico a nuestros convecinos debe y tiene que extenderse a lo largo de todo el año.
En este este drama social que acontece en nuestro pueblo hago también mías las palabras del escritor José Ramón Sáiz Fernández, Doctor en Periodismo por la Universidad Complutense, en su último artículo, “Torrelavega…sin aire”, de que “precisamos concentrar el presupuesto en redimir todas las causas sociales injustas que nos asolan”.
Paulino Laguillo García-Bárcena.
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