Tenía puestas muchas esperanzas en la edición de este año, y en parte no he salido defraudado, ya que no solamente logré terminar (primera finalidad), sino que estuve a punto de conseguir mi segundo propósito (acabar en menos de dos horas), cosa que no logré por el escaso margen de 32 segundos, ya que hice un tiempo real de 2:00:32. También conseguí mejorar la marca del año pasado en casi 4 minutos, ya que en aquella ocasión hice 2:04:20
Lo negativo es que la sensación de este año me resultó menos gratificante que la del año anterior, ya que no se dieron las condiciones meteorológicas adecuadas. La mañana amaneció con viento sur y eso en Santander supone un calor que para una prueba de estas características no es buen compañero de viaje. Baste decir que cuando llevábamos unos 3 Km. escasos pasamos por La Marga, donde hay un termómetro en la vía pública, que marcaba 19º. Cuando acabó la misma y llegaba a casa, el que hay en Cuatro Caminos, que en aquel momento estaba a la sombra, marcaba 21º. A todo esto hay que sumar el viento que soplaba de costado, con lo que nos entorpeció a la ida y a la vuelta, con más o menos intensidad, en función de lo resguardado que estuviese el lugar por el que discurría la marcha.
El calor es uno de mis enemigos, hasta el extremo que para este tipo de competiciones yo me encuentro más a gusto con una temperatura que no sobrepaso los 10º- 12º. Esta situación hizo que, lo reconozco públicamente, efectuase un uso abusivo del agua que la excelente organización ponía a nuestra disposición, ya que yo tomaba dos botellines, uno me lo echaba por la cabeza y el otro me lo bebía.
En el capítulo de amigos, familiares y conocidos, cabe destacar a Alberto del Riego, el otro competidor familiar (hijo de mi prima Carmenpili), que como siempre y a pesar de las dificultades descritas, que nos afectaron a los 4000 participantes, consiguió acabar en 1:33:26.
También vi a las hermanas Laura y Paula Cifrián, amigas de mi hijo Alberto, con las que he coincidido también en El Soplao. Laura corría la prueba de los 5 Km. (00:27:42) y Paula la media maratón, en la que consiguió un excelente tiempo debido, entre otras cosas, a sus veintipocos años, terminando en 1:45:35. También participó en la prueba corta Silvia Juez (00:29:42), que vino desde Madrid para participar y estuvo en todo momento animada por sus hermanas Verónica y María y su padre Juan.
En la línea de salida me saludó Edu Ruiz, un antiguo compañero de trabajo, ataviado con su camiseta de la Gimnástica de Torrelavega. Hizo también un excelente tiempo (1:50:23), propio de sus treinta y algunos años.
Hay que destacar que una corraliega, Azara García de Los Salmones, terminó en tercer lugar de la general, dentro de la categoría femenina, con un excelente tiempo de 1:22:36 y Roberto Ruiz, miembro, como Azahara, del Grupo Deportivo Orza, fue cuarto en la general con 1:11:55
En el capítulo de espectadores vi, en el Sardinero, junto a los campos del Racing, a mi antigua compañera de trabajo María San Martín, que me pareció que estaba con su esposo Marcos e incluso con sus hijos Gonzalo y María (eso es fomentar el deporte) infundiéndonos ánimos tanto a Edu, como a mí. En la misma zona estaba también Alberto Ausín, otro compañero de trabajo. Está visto que ha prendido entre mis antiguos compañeros la afición a estas pruebas, cosa que siempre está bien. A ver si el año que viene coincidimos participando.
Bernar Villaizán es otro de los comprometidos con toda clase de deportes, al que no conseguí ver (llegué a la línea de salida con el tiempo justo), pero seguro que participó y con buen tiempo, pero no he conseguido localizar su registro.
A otro que vi fue a Beltran, uno de los asiduos practicantes de esta modalidad pero que, quizás por alguna lesión, estaba entre los espectadores.
Bernar Villaizán es otro de los comprometidos con toda clase de deportes, al que no conseguí ver (llegué a la línea de salida con el tiempo justo), pero seguro que participó y con buen tiempo, pero no he conseguido localizar su registro.
A otro que vi fue a Beltran, uno de los asiduos practicantes de esta modalidad pero que, quizás por alguna lesión, estaba entre los espectadores.
También, al igual que el año pasado, dentro del equipo de jueces pude ver, y saludar según pasaba, a dos antiguos compañeros en las aulas de Colegio La Salle de los Corrales, Alberto Zamanillo y Alfonso Ochoa, este en calidad de Presidente del Comité de Jueces de la Federación Cántabra de Atletismo.
La carrera fue más dura que la del año pasado. Para mí, fueron especialmente difíciles los kilómetros entre el 10 y es 13, que discurrían por la S-20, ya que tenían una ligera pendiente y te cruzabas con el resto de competidores. El hecho de ver todos los que tenías delante era traumatizante, cosa que se convertía en ilusionante cuando tomabas la rotonda en la que volvías hacia meta y entonces te cruzabas con los que iban detrás. Al ver a estos renovabas las ilusiones ya que elevaban tu, precario ya a estas alturas, estado de ánimo.
Del Sardinero a línea de meta, en parte por lo espectacular del paisaje, se hizo más llevadero el recorrido.
En línea de meta recibí como premio el tradicional beso de mi esposa Laura, que en esta ocasión estaba acompañada de mi hijo Alberto, que está pasando aquí unos días de vacaciones. [+ información en El Diario Montañés]
A. José Salas
4 comentarios:
¡ Bravo Jose, enhorabuena, pero cuidado con los excesos ... !!! ... No te pases de vueltas y superes a un tal Mariano Haro, en Palencia se enfadarían mucho.
Jose vente a entrenar a Palencia por temperatura no tienes problemas pues hoy habia a las 9 de la mañana 1º y de paso te encuentras con Marta Dominguez y entre el canal y la orilla del Carrión ya conseguiras menos de las 2 horas que tu quieres
Gracias por vuestros sabios consejos, que procuraré tener en cuenta en la medida de mis posiblidades, ya que los consejos de los amigos siempre están hechos desde el cariño.
Siempre a al altura, nuestro gran José Salas.... un grande muy grande, que más decir,felicidades amigo tú ejemplo es digo de admiración.
Tu amigo Juanma.
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