He sido invitado por Prudencio a presenciar ‘in situ’ el primer ensayo de las Marzas que, como en años anteriores, organiza la dinámica y simpática peña de Los Papis. Paso previo a este ensayo fue el visitar la sección de ganadería ovina de Prudencio. Acudí al lugar donde tiene la cabaña y pude comprobar el buen estado del ganado y la animosidad de Prudencio en el cumplimiento de sus obligaciones ganaderas.
Más tarde nos dirigimos a la Casa de la Música Doroteo López Reguero que es el sitio donde tienen lugar los ensayos. No me sorprendió encontrarme allí con antiguos compañeros, vecinos y amigos que, bajo la dirección de Carlos González y en un ambiente agradable, amistoso y distendido, fuimos cantando las distintas tonadas que componen los cantos marceros.
Si hasta aquí todo resultó de lo más agradable, no me queda más remedio que poner un ‘par de peros’: uno es la escasa participación juvenil presente. Esta es una tradición que hemos heredado de nuestros mayores y que sería bonito trasladar a los más jóvenes, para que no se pierda. El otro es la mayor asistencia de mujeres, ya que en este primer ensayo superaban con creces al de hombres.
Aprovecho para animar a los jóvenes, y a los no tan jóvenes, de ambos sexos, especialmente varones, a participar en los próximos ensayos que tendrán lugar los próximos sábados 3, 10, 17 y 24 de febrero (de 19 a 20 horas), para que el día 3 de marzo, que es cuando se cantarán por el pueblo, la participación juvenil esté presente y se pueda garantizar la continuidad de esta tradición tan cántabra.
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| Como se puede apreciar en la imagen, Prudencio es uno de los pocos jóvenes asistentes y, aunque lo parezca en esta fotografía que nos hicimos, no está subido en ningún taburete, como se aprecia en la imagen. |
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