Sobre el derecho a decidir "sobre el propio cuerpo", es sabido que ello para algunas personas no admite duda, lo cual, para reafirmarlo, expresan a veces refiriéndose a una parte concreta del bajo vientre incluso con alguna palabra gruesa. Por el contrario, y también deberá saberse, hay personas para quienes es evidente que el derecho "sobre la vida del no nacido" no lo tiene nadie, o habrá de ser decidido en todo caso por parte de las personas un todo, no sólo por quien lo lleva. Aunque yo soy más bien de este punto de vista, creo haber entendido por qué otros (otras, más bien) opinan como opinan: sienten como una injusticia que, siendo las mujeres las únicas que se pueden ver en el trance de parir (o no), mientras que otros están libres, tengan ellas encima que aguantar que otros, sin pasarlo directamente, les digan algo. Quizá su parecer cambiaría si, habiendo hombres y mujeres como hay, ellos también estuvieran expuestos al embarazo. En la práctica seguirían igual, pero eso restablecería el estado de cosas que, me parece, encuentran desequilibrado.
Adolfo Palacios para Cartas al Director de El Diario Montañés.
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