Malamente se va a pedir a los pobres y a los obreros que tomen conciencia colectiva de su condición y se organicen en la lucha, cuando lo que la mayoría de la gente quiere, al menos por lo que yo he visto en el tiempo que llevo en este mundo, es olvidarse de que es pobre, mirando revistas del corazón y tal (casas lujosas, bodas de ensueño...), "Al menos que me dejen respirar un poco, ya que llevo la vida que llevo", y cuando, lo que hay, es vergüenza de ser tenido por pobre, hasta el punto de considerar ofensivo que a uno ahí lo encuadren. Alguien dirá que es por manipulación. Se suma, a ello, que la conciencia de clase tendría sentido con vistas a la revolución, la cual solo puede sostenerse en la esperanza; pero ésta no obtiene energía, ya que la evolución de la sociedad más bien parece ir al contrario en las últimas décadas. Así que, no sé cómo alguna vez alguien pudo sacar lo de la conciencia de clase, encima planteándola como una obligación.
Adolfo Palacios para Cartas al Director de El Diario Montañés.
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