DESAIRE AL ALCALDE DE LOS CORRALES

Paulino Laguillo, siempre tan atento a la actualidad y siempre sensible a las noticias referentes al Valle de Buelna, manda al Diario Montañes una carta, que a continuación transcribimos:
Sr. Director:Según una información publicada por este periódico días pasados, el alcalde de Los Corrales de Buelna, José Manuel López Gutiérrez, «fue invitado a abandonar el balcón del consistorio» en Santander a finales del mes de agosto, en el acto de recepción de las legiones romanas que habían desfilado por la ciudad, como vienen haciendo en los últimos años en cada edición de la popular fiesta de las 'Guerras Cántabras'.José Manuel López Gutiérrez había acudido al Ayuntamiento de Santander con otros tres concejales de su grupo político para saludar desde el balcón a las legiones romanas, integradas por vecinos de Los Corrales de Buelna y como primera autoridad de esta localidad industrial de Cantabria.El máximo regidor corraliego y los tres ediles habían sido recibidos por una concejala de la Corporación Municipal de Santander y se encontraban conversando entre ellos muy distendida y gratamente, cuando al llegar las tropas romanas a la Plaza del Ayuntamiento se acercó determinada persona al grupo del alcalde corraliego y les comunicó, refiriéndose a la representación corraliega, que no podrían estar en el balcón del ayuntamiento en el momento de la recepción.El alcalde de Los Corrales de Buelna no puso objeción alguna ante tan manifiesta desconsideración y con la buena educación que es muy propia de su personalidad, con el loable talante que en la década de los años noventa le sirvió para obtener un ejemplarizante consenso, en más de una ocasión, de cinco grupos políticos de lo más antagónicos en la aprobación de las cuentas principales del Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna, abandonó el lugar en respetuoso silencio, junto con sus tres concejales.Esta descortesía al alcalde de Los Corrales de Buelna la consideramos también, como no puede ser de otra forma, al propio pueblo, por lo que lo menos que debe de hacer el Ayuntamiento de Santander, y siempre estará tiempo para ello, es pedir disculpas.