El periodista, escritor e historiador cántabro, Paulino Laguillo García-Bárcena, ofreció una conferencia en Centro de Estudios Montañeses el lunes, día 4 de noviembre, bajo el título “El 150 aniversario del fallecimiento de un Obispo de Santander: D. Manuel Ramón Arias Teijeiro de Castro.
La charla, que contó con la asistencia del Obispo de Santander, D. Vicente Jiménez Zamora, dio comienzo con una mención especial por parte de Laguillo a D. Joaquín González Echegaray, nombrado recientemente, a título póstumo, Hijo Predilecto de Santander. No hacía mucho tiempo que también recibió en vida la Medalla de Oro de la Asociación Cántabra de Escritores. El ponente incidió que se trataba de un muy relevante historiador y arqueólogo de Cantabria que había sido presidente del Centro de Estudios Montañeses y que lamentaba muchísimo no haberle conocido primero, ya que en las muchas ocasiones que acudió a su prominente sabiduría histórica le resultó un auténtico placer tratar con él por su amabilidad y sapiencia proverbial.
La conferencia giró en torno a tres obispos de Carballino, Orense, en quienes se dio la singularidad histórica de haber nacido en un pueblo que en el siglo XVII no superaba el centenar de habitantes (Hoy apenas cuenta con cincuenta), Cabanelas, del Concello de Carballino.
Uno, Fray Anselmo de la Peña, fue Obispo de Agrigento (Italia) y está enterrado en la Catedral de Agrigento, Valle de los Templos (Sicilia). Otro, Fray Veremundo Arias Teixeiro de Castro, con gran protagonismo en la defensa de la religión católica durante la Guerra de la Independencia y el Período Liberal. Siendo el tercero D. Manuel Ramón Arias Teijeiro de Castro, que fue enterrado el día 19 de diciembre de 1863 en el Santuario de Nª Sª de las Caldas, con placa identificativa. Se había retirado cuatro años antes a dicho santuario, siendo despedido en la estación de ferrocarril de Santander por una gran multitud de vecinos. Entre otras destacadas iniciativas que tuvo en vida, fue el fundador de Seminario de C orbán, la Iglesia de Santa Lucía y también quien instituyó los carros fúnebres en Santander a mediados del siglo XIX. Con él estuvo de arcediano D. Felipe Dionisio Quijano y Hazas, natural de Los Corrales de Buelna y que fue enterrado en el claustro de la Catedral de Santander el día 15 de noviembre de 1852, la última inhumación que tuvo lugar en la misma.
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