¿Cuándo comenzó funcionar dicho almacén? Si nos fijamos en los programas de las fiestas, en
el año de 1964, encontramos un anuncio referido a Francisco Macho Díaz, como almacén de
vinos y vino embotellado. Pero lo más interesante es la referencia al dueño como “Hijo sucesor
de José Mª Macho”. Es decir podemos deducir que el almacén venía funcionando de tiempo
anterior a 1964. De hecho, consultado una de las publicaciones de Paulino Laguillo, nos
encontramos una guía comercial de Los Corrales de Buelna del 23 de junio de 1933, en la que
se habla de: “José María Macho. Almacén de vinos de todas las clases. Bodegas de su
propiedad en Valdepeñas”. Además en el mismo libro se nos indica que el año 1929 el almacén
de vinos de José María Macho era el número 3 de los existentes en el pueblo. Por tanto la
existencia del Almacén de vinos de Machos, está contrastado en el año de 1929.
El vino llegaba a Los Corrales a través del tren, dejaba los vagones en una zona muerta
de la vía y allí Pedro, conocido como “el Botero”, comenzaba a vaciar el vino a barricas de
madera, que posteriormente trasladaba al almacén de José María Macho. El trabajo era
enorme y lento, por tanto con el tiempo decidieron construir, desde la estación hasta el
almacén, una tubería subterránea, que agilizase el traslado. Allí se almacenaban en odres o
pellejos de vino de unos 80 litros. Los problemas no desaparecían del todo, de hecho cuentan
que en una ocasión hubo una rotura de uno de los vagones, el vino se iba perdiendo y los
vecinos aprovecharon la ocasión para disfrutar vino gratis, dependiendo de la rapidez y
tamaño del recipiente que llevaron.
En el almacén, además de Francisco Macho, había otras dos personas contratadas,
José Sánchez conocido como “Pepín” y también estaba Máximo de Somahoz. El reparto del
vino se realizaba por medio de un camión que conducía “Pepín”. Como ya hemos dicho, el
reparto se hacía a lo largo del valle, pero también por valles limítrofes. Distribuía los vinos por
Cabezón de la Sal, la Vega de Pas y sitios aledaños. De hecho me han comentado, que “Pepín”
llegaba hasta Quintana de Toranzo y, según cuentan, el vino a pesar de ser el mismo, sabía
mejor en aquella zona que aquí, parece ser que era debido a la altura del pueblo.
Es decir el almacén de Macho, abastecía de vino, no solamente a los comercios y bares
del valle, sino que su área de influencia nos llevaba a distintos destinos de la provincia, lo que
nos hace pensar en la buena calidad del vino y también en la seguridad del transporte.
Estos dos comercios desaparecieron como consecuencia de la construcción de dos
bloques, que van a permitir el asentamiento de un mayor número de persona en la zona y por
otro lado más actividad comercial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario