Está causando polémica la subida de los tipos impositivos, entre otros a los "millonarios" jugadores de fútbol extranjeros, generándose corrientes de opinión de distinto signo. La versión más extendida es la que aboga porque todos tengamos los mismos impuestos, pero ¿desde cuando los españoles pagamos todos los mismos impuestos? Desde que se crearon las autonomías, no solamente no paga los mismos impuestos un ciudadano vasco, que un catalán, que un andaluz o un cántabro, sino que tampoco reciben las mismas prestaciones.
Por otra parte, a poco que indaguemos comprobaremos que, gran parte de nuestros deportistas de élite se las ingenian para pagar menos, creando fundaciones o haciéndose ciudadanos de paraísos fiscales. Otras de las posibilidades es que en sus contratos figure que sean los clubs los que se hagan cargo de sus impuestos y a los clubs los financian sus socios, con lo que la repercusión que a estos ciudadanos los va a hacer esta medida será escasa.
Además, mucho me temo que los posibles ingresos derivados de esta subida de tipos impositivos pueda, en primer lugar, quedarse entre las manos del corrupto político de turno o, paradójicamente pueda dedicarse a la salvación financiera de los propios clubs de fútbol (como ya ocurrió alguna vez). Puede que estos ingresos financien alguna de las guerras que tenemos en distintos países, a las que ahora llamamos "misiones humanitarias". También pudiera ser destinado a sanear la banca, para que no se desplome nuestra economía o ser dedicado a financiar las ikastolas vascas o a las embajadas de Cataluña en el extranjero. También pueda servir para pagar los traductores de español a catalán, vasco y gallego que tenemos en Bruselas, o a pagar el chantaje político a que nos someten algunas autonomías para que faciliten su voto al Gobierno en determinadas leyes, e incluso a lo mejor tenemos que mandar una nueva remesa de dinero a los gays y lesbianas de Zimbawe.
Estando en la convicción que lo aquí expuesto pueda ser motivo de discrepancia, lo que ya no admite duda es que desgraciadamente en nuestra España (país para algunos), lo importante no es cómo y cuanto se recauda, sino con qué criterio se aplica (o malgasta) posteriormente este ingreso.
[José Salas Pérez-Rasilla en Cartas al Director, del Diario Montañés]
Por otra parte, a poco que indaguemos comprobaremos que, gran parte de nuestros deportistas de élite se las ingenian para pagar menos, creando fundaciones o haciéndose ciudadanos de paraísos fiscales. Otras de las posibilidades es que en sus contratos figure que sean los clubs los que se hagan cargo de sus impuestos y a los clubs los financian sus socios, con lo que la repercusión que a estos ciudadanos los va a hacer esta medida será escasa.
Además, mucho me temo que los posibles ingresos derivados de esta subida de tipos impositivos pueda, en primer lugar, quedarse entre las manos del corrupto político de turno o, paradójicamente pueda dedicarse a la salvación financiera de los propios clubs de fútbol (como ya ocurrió alguna vez). Puede que estos ingresos financien alguna de las guerras que tenemos en distintos países, a las que ahora llamamos "misiones humanitarias". También pudiera ser destinado a sanear la banca, para que no se desplome nuestra economía o ser dedicado a financiar las ikastolas vascas o a las embajadas de Cataluña en el extranjero. También pueda servir para pagar los traductores de español a catalán, vasco y gallego que tenemos en Bruselas, o a pagar el chantaje político a que nos someten algunas autonomías para que faciliten su voto al Gobierno en determinadas leyes, e incluso a lo mejor tenemos que mandar una nueva remesa de dinero a los gays y lesbianas de Zimbawe.
Estando en la convicción que lo aquí expuesto pueda ser motivo de discrepancia, lo que ya no admite duda es que desgraciadamente en nuestra España (país para algunos), lo importante no es cómo y cuanto se recauda, sino con qué criterio se aplica (o malgasta) posteriormente este ingreso.
[José Salas Pérez-Rasilla en Cartas al Director, del Diario Montañés]
1 comentario:
En sintonía con tu artículo, amigo Jose, que va a la raíz del asunto...
... Me permito denunciar, que esta democracia corrompida es quien favorece los desmanes fiscales, las trampas financieras, el robo y el despilfarro... en gobiernos, autonomías, diputaciones, ayuntamientos, ONGs, Agencias varias, observatorios y consorcios diferentes, en fin, en las mamandurrias miles...
El "Arte del Buen Gobierno" se fundamenta en que los Gobernantes sean honrados, competentes y con una Misión y unos Valores, destinados al bien común y a la mejora de la sociedad y de sus ciudadanos... Por tanto, si fallan estas premisas lo que obtenemos son Sectas (Partidos Políticos) dedicadas al latrocinio y al apesebramiento de sus dóciles miembros... y miembras.
Por lo expuesto, hasta que no inventemos un sistema (imposible con esta democracia) que determine que los más honrados, sabios y más cualificados, sean quienes gobiernen y establezcan las Reglas del Buen Gobierno, basadas estas en unas Leyes/Justicia, como Dios manda, que bien determinen los Deberes y Derechos de todos los Ciudadanos (desde el futbolista más rico, al trabajador o parado, más pobre) ... pues hasta entonces, seguirás escribiendo el mismo artículo, querido amigo.
Un fuerte abrazo !
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