DIGNIDAD REPRESENTATIVA
Para muchos ciudadanos honrados, que quieren estar dignamente representados en las instituciones públicas, las elecciones generales y autonómicas constituyen un verdadero problema. Pues la experiencia demuestra que con su voto puede facilitar el acceso a cargos de alta responsabilidad política a personas que puedan implicarse en casos de corrupción, que carezcan de la formación ética e intelectual adecuada para desempeñar su función, y que se burlen de sus propios electores al tratar de justificar su incapacidad y sus graves errores insultando e inculpando al adversario político de los mismos. Ahora que tenemos un ministerio de Igualdad es el momento oportuno para que conteste a las siguiente pregunta: ¿Por qué, si para ejercer un cargo público en enseñanza, en medicina, en economía, etc. se exige una formación que garantice la competencia de quienes lo solicitan y se les aplica la ley si cometen irregularidades en el ejercicio del mismo, no se procede de la misma forma con quienes ejercen cargos de responsabilidad política?.
Es indignante constatar que hay representantes públicos en distintas Instituciones que no defienden derechos de ciudadanos que se sienten orgullosos de ser españoles y sí defienden las peticiones de quienes no sintiéndose españoles utilizan la violencia y el oportunismo para recibir el apoyo político de quienes son incapaces de cumplir con dignidad sus deberes.
La falta de dignidad política degrada la democracia, discrimina a los ciudadanos honrados, y crea graves problemas políticos y sociales. Es una pena que el pueblo no tenga el derecho de eliminar de las listas electorales a quienes han demostrado que carecen de dignidad para ejercer con eficacia la labor política. Los políticos que suspenden al ser evaluados mayoritariamente por los ciudadanos ¿por qué no dimiten?
[Daniel Poyo Ruiz, en Cartas al Director, de El Diario Montañés]
Es indignante constatar que hay representantes públicos en distintas Instituciones que no defienden derechos de ciudadanos que se sienten orgullosos de ser españoles y sí defienden las peticiones de quienes no sintiéndose españoles utilizan la violencia y el oportunismo para recibir el apoyo político de quienes son incapaces de cumplir con dignidad sus deberes.
La falta de dignidad política degrada la democracia, discrimina a los ciudadanos honrados, y crea graves problemas políticos y sociales. Es una pena que el pueblo no tenga el derecho de eliminar de las listas electorales a quienes han demostrado que carecen de dignidad para ejercer con eficacia la labor política. Los políticos que suspenden al ser evaluados mayoritariamente por los ciudadanos ¿por qué no dimiten?
[Daniel Poyo Ruiz, en Cartas al Director, de El Diario Montañés]
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