Hoy he querido mostrarte el precioso amanecer que hemos tenido en Santander. El mérito de estas fotografías no está en el madrugón, cosa que no me cuesta, porque estoy acostumbrado, además de que ahora amanece sobre la 8 de la mañana, que tampoco es tanto madrugar. Tampoco está en la cámara fotográfica, que es un modelo normal. El mérito reside en la preparación física que se necesita, porque la primera foto está sacada desde las inmediaciones del ascensor panorámico que han instalado para comunicar la calle Alta con la calle Castilla. Otra, la segunda, está hecha en las inmediaciones del Centro Botín y la última en los jardines que hicieron por el mundial de vela en la zona del muelle de Gamazo. Todo ese desplazamiento, desde la plaza de Méjico hasta el citado muelle de Gamazo, lo he hecho en una cotrareloj en bicicleta, teniendo en cuenta que el sol "no se está quieto" esperando a que hagas la foto y si la haces muy pronto sale muy oscura, y si te duermes en los laureles sale el sol definitivamente y te fastidia el espectáculo.
Como verás no me falta humor a primera hora de la mañana, pero lo doy por bueno si es para compartir y alegrar la vista a los amigos, especialmente a los que residen fuera de la tierruca.
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