Aparece en el Diario Montañés de hoy, una carta firmada por José Bautista González, que por coincidir posiblemente con la forma de pensar de alguna o gran parte de los cántabros, creo conveniente reproducirla aquí. La carta dice:
Señor director:
Esto está todo estudiado. Me van a permitir ahorre cifras, entre otras razones, porque todo aquél que no se chupa el dedo, se la trae al pairo las tales. Vayamos a los hechos: Cantabria ha quedado para el descenso automático en eso de los presupuestos del Estado, la razón es obvia, aquí somos de derechas (mantengo a los resultados electorales, algo que se pasan por el «arco del triunfo» quienes llegan al poder al precio que sea, incluida la dignidad). Hay que contentar a quienes al tal Zapatero le pueden «mover la banqueta»; léase catalanes y vascos, y a los números me atengo (los números, fatal azote para quienes viven de la demagogia y al mismo tiempo, arma inefable para captar tontos tras ser manipulados). Al grano: Estos individuos/as, que hoy, y rindiendo pleitesía al tal Zapatero, tragan lo que les echen por el bien de su estómago, sacarán pecho, cuando el citado individuo, en vez de darnos los veinte que nos corresponden, y que ya de entrada nos ha quitado, «tras las duras gestiones llevadas a cabo por nuestro gobierno regional y el señor presidente, y una vez de estudiados los ejemplares planteamientos del ya citado Gobierno Regional, ha decidido concedernos cinco más de lo ya estipulado, con lo que habremos de felicitar a nuestros representantes, porque han sabido defender los intereses de Cantabria, amén de dar una lección a la oposición, tan ligera de ejercer juicios anticipados». No, no tengo temor a equivocarme, esa parrafada, coma aquí o punto allá, me atrevo a predecir que es el comunicado oficial que nos van a dirigir, eso sí, con el pecho fuera, faltaría más. Oiga: Y de los quince restantes ¿Qué pasa? No lo niegue amigo; usted de progresista no tiene nada. Que Dios le ampare; le es imprescindible en lo que aquí se entiende por democracia. Señor Revilla: De tontos nada.
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