Otro de los elementos fundamentales del Campo de la Rasilla ha sido siempre la bolera, pero sobre todo en los meses de verano y en las fiestas de San Juan, cuando se jugaba un concurso que siempre ha tenido un gran renombre en nuestra Comunidad. Por otro lado, esta bolera ha permitido la progresión de muy buenos jugadores que han ocupado un puesto relevante en el mundo de los bolos. Alguien, conocedor de ese mundo debiera hacer una recopilación de las personas de este municipio que tanto han hecho por el desarrollo de este deporte.¿Quién no sabe nada de Adrián Solar, Turiel, de los miembros de la familia Ceballos, comenzando por el padre, luego los hijos, y ahora los nietos; de Franco, de Marcos; de Manuel Díaz, jugador y posteriormente presidente de la Peña de Bolos de Fundimotor, también su hijo Alfonso Díaz, primero “pinche” y luego jugador de primera desde hace tiempo, y ahora su nieto Javier Arozamena, pimero “pinche” y luego también jugador de primera. En fin, una historia para contarla y que no se pierda.Ni el trabajo realizado por Adrián Solar, “el de los Dardanelos”, nacido en Barros, pero siempre apegado a la bolera de la Rasilla, de la que se retiró en el año de 1986, con una edad de 82 años y una dedicación a la bolera de 65 años, logrando que siempre estuviera en condiciones de jugar en ella. No nos olvidemos de la familia Ceballos, jugando en equipos de 1ª División, y algunos como ya el fallecido “Cundi” que además de jugar en el campo, pasó a llevar la dirección de la Peña Bolística. Por desgracia su vida se truncó, posiblemente ahora estará en otro mundo jugando con personas que fueron su modelo a seguir desde punto de vista bolístico, y organizarán alguna partida, y seguro que él les dará alguna orientación de cómo se debe dirigir un equipo de bolos. Cosas de la vida y del más allá de la vida. En todo caso, ahora su hijo “Chisco” Ceballos, utilizo este nombre pues su tío Clemente me ha dicho que es el nombre con que se le conoce en el mundo de los bolos, ha seguido sus pasos, primero como jugador y ahora como presidente de la Peña del pueblo.
En cualquier caso, los bolos que desde tiempos antiguos fue un juego de hombres, decide dar un paso adelante, las mujeres entran a dar muestras del buen hacer en este deporte. No nos olvidemos de Esther López Pilatti, con diez ligas y cinco copas en su haber, y posteriormente pasa a ser árbitro; tampoco podemos olvidarnos de Marta Castillo Laguillo, jugadora muy joven, apenas 18 años, y con un impresionante nivel de la categoría femenina. Posiblemente hay más, no soy conocedor, seguro que ya nos llegarán más nombres.
No podemos olvidar tampoco a los árbitros de bolos que salieron de esta bolera, como Sr. Vicente Solar, que nos abandonó muy pronto; el Sr. Perales, D. Salva Palacios, o gente más joven que se han involucrado en el mundo de los bolos, como D. Abel González.
Y permítanme, yo no conozco mucho de bolos, me gusta pararme un rato mientras juegan, pero siempre me llamó la atención cuando me dirigía en el coche a mi trabajo, antes de la 8 de la mañana, me encontraba a una persona jugando o limpiando la bolera. Era el Sr. Sañudo, parece ser que su función era algo así como Técnico de bolera, para mantenerla en condiciones en todo momento. Creo recordar, que ejerció esa función durante unos 10 años, yo pasaba por allí durante bastantes años todos días, salvo sábados y domingo, y siempre me lo encontré allí en los períodos de bolos. Por cierto, también era una persona que jugaba a los bolos y era frecuente verle en Navidad vendiendo la lotería de la Peña, que era fuente de ingresos para la Peña bolística.
En todo caso, la propia bolera ha ido sufriendo cambios hasta llegar a nuestros días; así en la zona del “birle” estaba situada una grada de armazón de hierro y bancos de madera y cubierta por una tejavana. En esta grada se situaban las personalidades en las finales del concurso de bolos de San Juan, y en otras ocasiones eran ocupadas por los vecinos del pueblo. Esas gradas era un lugar de reunión de los niños y jóvenes el resto del año.
En los concursos de mayor calado, como podían ser los Campeonatos provinciales o Campeonatos Nacionales se ponían en lado de la izquierda mirando desde “el tiro”. También durante las Fiestas de San Juan a finales de junio, cuando se celebraba el concurso de San Juan, y la asistencia de aficionados era muy abundante, será frecuente establecer gradas en la zona. Después del concurso las gradas eran retiradas hasta el año siguiente.
Me cuentan, que además hubo otra bolera en la zona en la que actualmente está la estatua de D. José María Quijano, parece ser que estaba situada paralela a la pared de la vía férrea. Son ya tiempos lejanos.
Es cierto, que la bolera, ha ido sufriendo cambios y que su aspecto ha ido cambiando a lo largo del tiempo, también ha sido y es un foco de atracción para los amantes de los bolos. No sabemos cuánto durará esto, la afición se sigue manteniendo, se sigue incorporando gente joven con gran futuro, pero también hay el deseo de construir una bolera cubierta y eso impondría que las partidas de bolos se desplazaran del Campo de La Rasilla. No se pude poner trabas a la evolución.
En la parte de Este de la bolera, en la zona del “birle”, donde estaba la grada,se encontraba el quiosco de Julia, en la que se podía comprar la prensa, revistas, novelas, e incluso cromos de la III Guerra Mundial, como algunos la tomaban el pelo y a los que ella les respondía “Todavía no han llegado, pero llegarán”. Este quiosco creo que fue desplazado en un momento determinado hacia la zona cercana a las vías del tren aunque sin pasar aun la vía. En este lugar, era donde paraban los autobuses que venían desde Selaya a Torrelavega al pasar por el pueblo de Los Corrales.
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