Separado de la cocina, por un pequeño espacio, cubierto por azulejos blancos nos encontramos con el fregadero. Este era del mismo material que el lavadero. Tenía dos grifos, uno para el agua fría y otro para el agua caliente. Allí iban todos los “cacharros” utilizados en la elaboración de las comidas, así como cubiertos, cuchillos, vasos y demás elementos empleados en la mesa durante la comida.
En la aparte de abajo del fregadero, había un habitáculo cerrado con una pequeña puerta, en el que se encontraban los elementos necesarios para la limpieza de la cocina, como el estropajo, el jabón, la lejía e incluso el caldero que se usaba para fregar el suelo de la cocina y el resto de la casa.
Como ya hemos dicho, esta zona era donde habitualmente realizábamos la vida toda la familia, era el lugar de comida, la de reunión familiar, donde estaba nuestro lugar de estudio y hacíamos los trabajos escolares, donde se llevaban a cabo todas las labores de la casa, donde jugábamos. Y también era un lugar donde, en una esquina de las paredes, sobre un soporte de madera, se situaba “la radio”.
Ella permitía a nuestros padres estar al tanto de los sucesos el país, permitía escuchar los partidos del Real Madrid, en aquellos momentos, parecía que sólo existía el equipo del Real Madrid. Se tenía información sobre los resultados de las competiciones de fútbol y los aciertos obtenidos en la quiniela. También eran habituales los programas de música o de información de todo tipo, así como la propaganda de productos a través de anuncios. Toda esta información de la radio, en estos momentos estaba muy controlada por el Estado, estamos en el período de gobierno del general Franco. Pero eso no evitaba que mucha gente a través de la radio pudiera acceder a noticias alejadas del control del Estado. Todavía me acuerdo como, en determinados momentos, mi padre se marchaba a la habitación llevándose el aparato de radio, y era grande el aparato, y nos decía no hagáis ruido que voy a escuchar la radio a bajo volumen. Siempre me llamó la atención el porqué de esa actuación. Con lo fácil que era subir el volumen. Con el tiempo descubrí que lo que hacía era tratar de conectar con una emisora de radio, denominada Radio España Independiente, creada por el Partido Comunista de España. Su nombre popular era “La Pirenaica”. Esta emisora comienza a emitir desde Moscú el mes julio de 1941 hasta julio de 1977, en que se da por finalizada su programación. Pues bien, allí estaba mi padre escuchando las ideas y opiniones comunistas de los acontecimientos. La sintonización de esta emisora, estaba prohibida generando problemas a quien la escuchara. La verdad es que debió de ser habitual, en aquella época, que la gente tratara de acceder a esa información, unas veces por cercanías ideológicas, otras por tener distintas fuentes de lo que sucedía en el mundo. Pero lo que sí es cierto, que eran muchos los que en sus casas sintonizaran dicha emisora.
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